lunes, 31 de mayo de 2010

Oxitocina
Deberá ser empleada en los casos en que se sospeche que la perra comienza a estar fatigada o que existe una atonía uterina, bien provocada por el propio agotamiento o por la falta de tono muscular. Sin embargo su administración debe ser siempre muy meditada y controlada para no excedernos en la administración de la misma. Y teniendo en cuenta que nunca se puede proceder a la administración de oxitocina sin que antes se haya producido la dilatación uterina, bien sea de forma natural o mediante la administración de algún dilatador uterino, pues las consecuencias para la hembra podrían ser muy graves e incluso fatales.

Debemos saber que la oxitocina química sirve para estimular las contracciones uterinas fuertes necesarias para la expulsión de los fetos y poco más, no es el remedio milagroso a cualquier problema que pueda producirse durante el parto, por tanto, antes de administrarla, deberemos meditar sobre si es lo oportuno o no considerando qué causas puedan ser las que estén condicionando el retraso en el nacimiento del feto, que pudiera morir si las causas son otras. Su uso abusivo puede también implicar asimismo la separación prematura de una o más placentas y la rotura de los sacos amnióticos provocando en ocasiones la muerte por asfixia de los cachorros.

Resulta esencial que los cachorros nacidos no sean separados de la madre, pues al comenzar a mamar estimulan la producción de oxitocina y ésta a su vez las contracciones uterinas que propician el nacimiento del resto de los cachorros.

En cualquier caso la administración de una inyección de oxitocina una vez concluido el parto para propiciar la expulsión de fluidos y restos placentarios (que evitarán posibles infecciones) y la involución del útero, está perfectamente justificada, lo cual no excluye los exámenes necesarios para confirmar que no queda ningún feto sin nacer.

No hay comentarios:

Publicar un comentario